Un psicólogo aporta las claves para no dejarnos comer por los nervios o la incertidumbre cuando estamos esperando algo que nunca llega
“Tener fuerza de voluntad y autocontrol se asocia a gozar de una buena salud y a mejores relaciones interpersonales”
La espera y la incertidumbre
Durante todo ese tiempo, lo mejor que puedes hacer es “aumentar tu nivel de certeza y confianza”, como aconseja el psicólogo. Algo que es muy fácil pensar, pero difícil de conseguir, pues si estás nervioso seguramente te dejes llevar por las peores suposiciones sobre qué pasará a continuación. “A medida que la espera aumenta, la incertidumbre también crece”, recalca Emamzadeh. Por ello, respira hondo e intenta repetirte mentalmente que todo va a salir como esperas. Aunque por tu cabeza aparezcan pensamientos negativos, intenta pensar en un hipotético ‘yo del futuro’ que ha conseguido aquello que tanto esperas en el momento presente.
“Para aumentar tu capacidad de paciencia deberás analizar la situación y reflexionar sobre aquello que te impide tener el control”
Por otro lado, el psicólogo aconseja ver todas las opciones con perspectiva, de tal forma que si una no te sale bien, siempre haya una especie de Plan B. En este sentido, no hay que centrarse solo en una posibilidad, teniendo varias a mano. A no ser que sea algo que llevas mucho tiempo deseando y luchando para que se convierta en realidad, tienes que tener en cuenta que nosotros somos quienes otorgan valor a nuestros sueños y aspiraciones, no los demás, por lo que deberías tener la apertura de miras necesaria como para saber que aquello que a simple vista te haría tan feliz a otros no, y por tanto, no es tan importante.
“Tener fuerza de voluntad y autocontrol se asocia a gozar de una buena salud, mejores relaciones interpersonales y una mayor probabilidad de éxito en la consecución de metas”, asegura el psicólogo. “Por lo general, es difícil ser paciente si la razón por la que estamos tan nerviosos es muy valiosa. Independientemente de las opciones entre las que tengas que elegir, para aumentar tu capacidad de paciencia y espera deberás analizar la situación y reflexionar sobre aquello que te impide tener el control”.
Del mismo modo, si de verdad deseas que algo suceda, el tiempo que pases esperándolo también puede ser gozoso. Lo contrario sería lo preocupante: si no tienes ningún proyecto o ninguna ilusión, es más probable que caigas en la abulia o la desgana. Como decía una bonita balada: “Pa’ caminar, valen los sueños, y no me quedan más, llévame a hombros”. En definitiva, soñar es gratis y reconfortante; mucho más que el hecho de sentir que ya has cumplido aquello que querías y ya no sabes qué esperar del destino o de ti mismo.