¿Cómo Influyen Los Alimentos En El Estado De ánimo? – Bienestar

La relación entre la alimentación y la salud es bien conocida, pero recientes investigaciones también la vincular con la salud social, emocional y mental. Pese a que aún existe un amplio camino sobre esta conexión, ya existe un campo específico que la analiza. Denominada como psiquiatría nutricional, los expertos advierten sobre cómo la dieta y la nutrición afectan a la forma en que las personas se sienten mentalmente. Incluso, resaltan la importancia de apoyar los tratamientos de salud mental con cambios en la dieta y el estilo de vida.

Aunque para algunos esta relación es “casi obvia”, lo cierto es que los alimentos que ingerimos tienen efecto tanto en el cerebro como en el resto de nuestro cuerpo. Es que las elecciones alimentarias afectan al cerebro pero también al sistema gastrointestinal – conocido comúnmente como “el intestino”-, ya que están interconectados. es que dentro del organismo humano existen unas 40 billones de bacterias, la mayoría de las cuales se encuentran en el intestino y son conocidas como microbioma intestinal, fundamentales para la salud en general.

Estos microbios vivos, para ser más exactos, desempeñan funciones en el cuerpo, como sintetizar neurotransmisores que envían mensajes químicos al cerebro para regular el sueño, el dolor, el apetito, el estado de ánimo y las emociones. Incluso, también se despliega una intrincada red de interacciones entre ambos, por lo cual el intestino ha sido apodado el “segundo cerebro”.

Estos microbios vivos, para ser más exactos, desempeñan funciones en el cuerpo, como sintetizar neurotransmisores que envían mensajes químicos al cerebro para regular el sueño, el dolor, el apetito, el estado de ánimo y las emociones. Incluso, también se despliega una intrincada red de interacciones entre ambos, por lo cual el intestino ha sido apodado el “segundo cerebro”.

El nombre formal de esta relación, según los expertos, es conexión intestino-cerebro o eje intestino-cerebro. Y pese a que aún existen algunos puntos por conocer, las investigaciones sugieren que los alimentos que ingerimos influyen en la salud de las colonias de microbios del intestino, los cuales intervienen en nuestro cerebro y, por lo tanto, en nuestra salud mental y emocional.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de 1000 millones de personas en todo el mundo sufren trastornos de salud mental . La tasa de enfermedades mentales en Chile es de 23,6%, según cifras de la Encuesta Nacional de Salud.

Por su parte, una publicación de la Revista Médica de Chile, señala que a nivel nacional los principales problemas son los trastornos de  depresión,  ansiedad, afectivos y el uso de sustancias como drogas y alcohol.

“Las patologías médicas por estilos de vida poco saludables como obesidad, diabetes y consumo de tabaco, por ejemplo, pueden estar asociadas con enfermedades psiquiátricas, como ansiedad y depresión, trastornos de personalidad o abusos de sustancias” afirma el Psiquiatra de nuestra clínica Alejando Koppmann.

¿Qué es la salud mental?

La OMS define la salud mental como un estado de bienestar físico, mental y social, en el cual una persona es consciente de sus capacidades para afrontar problemas, permitiéndole interactuar de forma armónica y constructiva con su entorno en distintas situaciones.

¿Cuál es la enfermedad mental más común?

La más frecuente en el mundo es la depresión. Los trastornos depresivos, afectan a más de 350 millones de personas en todo el mundo, señaló la Organización Panamericana de la Salud en el marco del día de la salud mental.

La depresión es un trastorno grave, que se caracteriza principalmente por constantes sentimientos de tristeza, frustración, ira o pérdida que afectan directamente la calidad de vida de la persona que la padece. Se produce por factores hormonales, personales, sociales o por algunas enfermedades orgánicas como el Parkinson, tuberculosis, entre otros.

Los síntomas de la depresión son:

  • Tristeza patológica
  • Aislamiento social
  • Falta de concentración
  • Insomnio
  • Pérdida de interés
  • Síntomas físicos como dolor crónico de cabeza, cólicos, problemas digestivos
  • Sentimiento de desesperanza y abandono
  • Pensamientos recurrentes de muerte y suicidio.

Otras enfermedades y trastornos mentales más comunes son:

  • Trastorno de ansiedad: es la sensación de miedo y temor excesivo ante la realización de actividades cotidianas. Puede producir taquicardia, sudoración y sensación de cansancio en la persona que lo padece.
  • Trastorno bipolar: es una enfermedad en la que se puede cambiar de forma repentina el estado de ánimo de una persona.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo: este trastorno mental se caracteriza por llevar a la persona que lo padece a presentar pensamientos y rituales una y otra vez, sin poder controlarlo.
  • Trastorno psicótico: se encuentra dentro de las enfermedades mentales graves, ya que causan ideas y percepciones anormales. Haciendo que las personas que sufren de esta enfermedad pierden noción de la realidad.
  • Trastornos alimenticios: implican problemas graves en cómo se percibe la comida y la conducta alimentaria. Entre estos trastornos se encuentran la bulimia y la anorexia.

¿Por qué es importante la salud mental?

La salud mental es importante ya que afecta directamente la forma en la que siente, piensa y actúa una persona. Sin ella, se puede ver afectada la capacidad de los individuos para mantener relaciones, desempeñarse en su entorno y aumentar la productividad.

¿Cómo cuidar la salud mental?

Nuestros especialistas en salud mental te dan 8 consejos para cuidar tu salud mental:

  1. Realiza alguna actividad física
  2. Come saludablemente
  3. Descansa 8 horas diarias
  4. Ten objetivos y metas a corto y largo plazo
  5. Evita resistirse a los cambios
  6. Trabaja la paciencia
  7. Haz conscientes los pensamientos, para modificarlos cuando estos produzcan sentimientos desagradables
  8. Busca ayuda si necesitarla.

Recuerda que en nuestra clínica contamos con un grupo de profesionales de salud mental, dispuestos a ayudarte a tratar las diferentes enfermedades que afectan la salud mental.  Reserva tu hora de telemedicina y realiza tu consulta donde quiera que estés.

Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.

REFERENCIA

Desmontar los mitos sobre la salud mental puede ayudar a romper el estigma y generar una cultura que anime a personas de todas las edades a buscar apoyo cuando lo necesiten. He aquí siete ideas erróneas habituales en torno a la salud mental:

Mito 1: Si alguien tiene un problema de salud mental es porque es poco inteligente.

Realidad: Las enfermedades mentales, al igual que las enfermedades físicas, pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su inteligencia, su clase social o su nivel de ingresos.

Mito 2: Solo debes cuidar tu salud mental si tienes un problema de salud mental.

Realidad: Tomar medidas activas para favorecer el bienestar y mejorar la salud mental resulta beneficioso para todo el mundo, de la misma forma que tomamos medidas activas para adoptar un estilo de vida saludable con el fin de cuidar nuestra salud física.

Mito 3: El deterioro de la salud mental no es un problema que afecte a los adolescentes. Sus cambios de humor se deben a las fluctuaciones hormonales, y actúan así para llamar la atención.

Realidad: Los adolescentes suelen tener cambios de humor, pero eso no significa que no puedan tener también trastornos de salud mental. El 14% de los adolescentes de todo el mundo tiene problemas de salud mental. A nivel mundial, el suicidio es la quinta causa de muerte más frecuente entre los jóvenes de 10 a 15 años y la cuarta causa de muerte más común entre los adolescentes de 15 a 19 años. La mitad de los problemas de salud mental aparecen antes de los 14 años.

Mito 4: No se puede hacer nada para evitar que las personas desarrollen problemas de salud mental.

Realidad: Son muchos los factores que pueden proteger a las personas de los trastornos mentales, entre ellos, el fortalecimiento de las habilidades sociales y emocionales, la búsqueda de ayuda y apoyo en fases tempranas, el desarrollo de relaciones familiares comprensivas, afectuosas y cálidas, un entorno escolar positivo y patrones de sueño saludables.

La capacidad para superar las adversidades se basa en una combinación de distintos factores de protección; ni los factores de estrés ambientales ni los individuales por sí solos llevan necesariamente a sufrir problemas de salud mental. Los niños y adolescentes que afrontan con éxito la adversidad suelen tener una resistencia biológica y relaciones estables y de apoyo con la familia, los amigos y los adultos de su entorno, lo que da lugar a una combinación de factores de protección que favorecen el bienestar.

Mito 5: Un problema de salud mental es una señal de debilidad. Si la persona fuera más fuerte, no tendría ese problema.

Realidad: Un problema de salud mental no tiene nada que ver con ser débil o no tener fuerza de voluntad. No es algo que las personas elijan tener o no tener. De hecho, reconocer que se necesita ayuda para superar un problema de salud mental requiere mucha fuerza y valor. Cualquiera puede desarrollar un problema de salud mental.

Mito 6: Los adolescentes que sacan buenas notas y tienen muchos amigos no padecen problemas de salud mental porque no tienen motivos para deprimirse.

Realidad: La depresión es un trastorno de salud mental muy habitual que resulta de una compleja interacción de factores sociales, psicológicos y biológicos. Puede afectar a cualquier persona, independientemente de su situación socioeconómica o de su aparente calidad de vida. Los jóvenes con buenos resultados escolares pueden sentirse presionados por el éxito, lo que puede causarles ansiedad, o pueden vivir dificultades en casa. También es posible que sufran depresión o ansiedad sin una razón fácilmente identificable.

Mito 7: Una mala crianza es la causa de los problemas de salud mental en los adolescentes.

Realidad: Numerosos factores, entre ellos la pobreza, el desempleo, la exposición a la violencia, la migración y otras circunstancias y episodios adversos, pueden influir en el bienestar y la salud mental de los adolescentes y sus cuidadores y en la relación entre ellos. Los adolescentes que viven en hogares afectuosos y comprensivos pueden tener dificultades de salud mental, al igual que los que proceden de hogares en los que hay cuidadores que necesitan apoyo para mantener un entorno óptimo que propicie el desarrollo saludable de los adolescentes. Con apoyo, los cuidadores pueden desempeñar un papel fundamental para ayudar a los adolescentes a superar los problemas a los que se enfrentan.


Este artículo está inspirado en la Guía para docentes basada en la serie de cómics del magnífico Mei y sus amigos (en inglés), elaborada por UNICEF y la Organización Mundial de la Salud.

En un nuevo informe se exhorta a las instancias decisorias y los defensores de la salud mental a fomentar los compromisos y la adopción de medidas para cambiar actitudes, actuaciones y planteamientos en relación con la salud mental, sus determinantes y los cuidados conexos.

La Organización Mundial de la Salud publica hoy su examen más completo sobre la salud mental en el mundo desde principios de siglo. Este detallado trabajo ofrece un plan maestro a los gobiernos, las instituciones académicas, los profesionales de la salud, la sociedad civil y otros interesados que tengan por objeto ayudar al mundo a transformar la salud mental.

En 2019, casi mil millones de personas –entre ellas un 14% de los adolescentes de todo el mundo– estaban afectadas por un trastorno mental.  Los suicidios representaban más de una de cada 100 muertes y el 58% de ellos ocurrían antes de los 50 años de edad. Los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad y son responsables de uno de cada seis años vividos con discapacidad. Las personas con trastornos mentales graves mueren de media de 10 a 20 años antes que la población general, la mayoría de las veces por enfermedades físicas prevenibles. Los abusos sexuales en la infancia y el acoso por intimidación son importantes causas de depresión. Las desigualdades sociales y económicas, las emergencias de salud pública, las guerras y las crisis climáticas se encuentran entre las amenazas estructurales para la salud mental presentes en todo el mundo. La depresión y la ansiedad aumentaron más de un 25% en el primer año de la pandemia solamente (en inglés).

La estigmatización, la discriminación y la violación de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales están muy extendidas en la sociedad y en los sistemas de atención de todo el mundo; de hecho, en 20 países todavía se penalizan los intentos de suicidio. En todos los países, las personas más pobres y más desfavorecidas de la sociedad son las que mayores riesgos corren de verse afectadas por mala salud mental y también las que menos probabilidades tienen de recibir los servicios adecuados.

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, solo un pequeño porcentaje de las personas que la necesitaban tenían acceso a atención de salud mental eficaz, asequible y de calidad. Por ejemplo, el 71% de las personas con psicosis en todo el mundo no reciben servicios de salud mental. Si bien en los países de ingresos altos el 70% de las personas con psicosis reciben tratamiento, en los países de ingresos bajos solo el 12% de las personas con psicosis reciben atención de salud mental. Por lo que respecta a la depresión, las lagunas en la cobertura de los servicios son amplias en todos los países: incluso en los de ingresos altos, solo un tercio de las personas con depresión recibe cuidados de salud mental formales y se estima que el tratamiento contra la depresión mínimamente adecuado oscila desde el 23% en los países de ingresos altos hasta el 3% en los países de ingresos bajos y medianos bajos.

En este completo informe de la OMS se ponen de relieve –a partir de las últimas evidencias disponibles, y presentando ejemplos de buenas prácticas y haciéndose eco de experiencias personales– las razones y los aspectos en los que más necesarios son los cambios y la mejor forma de proceder. Se hace un llamamiento a todas las partes interesadas para que colaboren entre sí con el fin de profundizar en el valor y el compromiso atribuidos a la salud mental, reorganizar los entornos que influyen en la salud mental y reforzar los sistemas en los que se atiende la salud mental de las personas.

El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló «Todos conocemos a alguien afectado por trastornos mentales. La buena salud mental se traduce en buena salud física y este nuevo informe presenta argumentos convincentes para el cambio. Los vínculos indisolubles entre la salud mental y la salud pública, los derechos humanos y el desarrollo socioeconómico significan que transformar las políticas y prácticas con respecto a la salud mental puede arrojar beneficios reales y considerables para las personas, las comunidades y los países de todo el mundo. La inversión en salud mental es una inversión en una vida y un futuro mejores para todos».

Los 194 Estados Miembros de la OMS han suscrito el Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030 (en inglés), por el que se comprometen a lograr las metas mundiales para transformar la salud mental. Los progresos parciales logrados en el último decenio demuestran que el cambio es posible. Con todo, el cambio no es lo bastante rápido, y la salud mental sigue teniendo un historial de necesidad y desatención en el que dos de cada tres dólares del escaso gasto público en salud mental se asignan a hospitales psiquiátricos independientes más que a servicios de salud mental comunitarios, donde las personas reciben mejor atención. Durante decenios la salud mental ha sido uno de los ámbitos de la salud pública más olvidados y recibía una parte ínfima de la atención y los recursos que necesita y merece.

Dévora Kestel, Directora del Departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la OMS insta al cambio: «Todos los países tienen oportunidades sobradas de progresar correctamente hacia una mejor salud mental para su población. Ya sea formulando políticas y legislación más sólidas sobre salud mental, o introduciendo la salud mental en los seguros médicos, fomentando o fortaleciendo los servicios comunitarios de salud mental o integrando la salud mental en la atención general de salud, las escuelas o los establecimientos penitenciarios, en el informe se incluyen muchos ejemplos que demuestran que los cambios estratégicos pueden aportar una mejora considerable».

En el informe se insta a todos los países a acelerar la aplicación del Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2020. Se formulan varias recomendaciones de actuación, que se agrupan en tres ‘vías de transformación’ centradas en cambiar las actitudes frente a la salud mental, dar respuesta a los riesgos para la salud mental y fortalecer los sistemas de atención de la salud mental. Son las siguientes:

1 Profundizar en el valor y el compromiso que atribuimos a la salud mental. Por ejemplo:

Aumentar las inversiones en salud mental, no solo garantizando los fondos y recursos humanos adecuados en el sector de la salud y otros sectores para atender las necesidades en materia de salud mental, sino también a través del compromiso de los dirigentes, formulando políticas y prácticas basadas en la evidencia y estableciendo sistemas sólidos de información y seguimiento.

Incluir a las personas con trastornos mentales en todos los aspectos de la sociedad y la toma de decisiones para superar la estigmatización y la discriminación, reducir disparidades y promover la justicia social.

2 Reorganizar los entornos que influyen en la salud mental, como los hogares, las comunidades, las escuelas, los lugares de trabajo, los servicios de atención de salud o el medio natural. Por ejemplo:

Fomentar la colaboración intersectorial, especialmente para comprender los determinantes sociales y estructurales de la salud mental, e intervenir de formas que reduzcan riesgos, generen resiliencia y desguacen las barreras que impiden a las personas con trastornos mentales participar plenamente en la sociedad.

Aplicar medidas concretas a fin de mejorar los entornos para la salud mental, por ejemplo, tomando más medidas contra la violencia de pareja y el maltrato y abandono de niños y personas mayores; propiciando los cuidados afectuosos para el desarrollo en la primera infancia, estableciendo ayudas de subsistencia de personas con trastornos mentales, introduciendo programas de aprendizaje social y emocional y, asimismo, combatiendo el acoso escolar, cambiando actitudes y fortaleciendo los derechos en la atención de salud mental, fomentando el acceso a espacios verdes y prohibiendo plaguicidas de gran peligrosidad que están asociados con una quinta parte de todos los suicidios del mundo.

3 Reforzar la atención de salud mental cambiando los lugares, modalidades y personas que ofrecen y reciben atención de salud mental.

Establecer redes comunitarias de servicios interconectados que se alejen de la atención de custodia prestada en los hospitales psiquiátricos y que abarquen un amplio espectro de atención y apoyo mediante la combinación de servicios de salud mental integrados en la atención general de salud; servicios comunitarios de salud mental; y servicios más allá del sector de la salud.

Diversificar y ampliar las opciones de atención para los trastornos mentales habituales, como la depresión y la ansiedad, que tienen una razón de beneficio-costo de 5 a 1. En dicha ampliación se incluye la adopción de un método de distribución de tareas que amplíe la atención basada en evidencias, a fin de que puede ser ofrecida también por trabajadores generales de la salud y proveedores comunitarios. Se incluye también la utilización de tecnologías digitales para apoyar la autoayuda guiada y no guiada y prestar atención a distancia.

Referencia

17 de junio de 2022  Comunicado de prensa Ginebra

La pandemia plantea un gran desafio para los líderes. Ellos más que nunca necesitan promover el cambio positivo para acompañar a sus equipos. Melanie Amaya, CEO de Amayaco, describe esas herramientas para salir adelante en tiempos difíciles.

Muchos de nosotros pasamos un tercio de nuestro tiempo en el trabajo. Si pensamos que otro tercio la deberíamos pasar descansando, prontamente comprenderemos lo importante que es cultivar el bienestar en este ámbito que ocupa gran parte de nuestro tiempo despierto.

En exclusiva para Infobae Ineco elaboró una serie de ejercicios y acciones para alcanzar el bienestar en distintos ámbitos. En las próximas cuatro semanas, se desarrollarán consejos prácticos acerca de cómo potenciar el bienestar en el trabajo.

Si bien es evidente que los beneficios económicos que nos genera nuestro trabajo son importantes para nuestro bienestar, la realidad parece ser un poco más compleja. “Así, algunos estudios indican que una vez cubiertas las necesidades económicas básicas, los ingresos económicos de una persona no parecen correlacionarse demasiado con la percepción del propio bienestar y otros factores comienzan a entrar en juego”, dice a Infobae la doctora María Roca, directora de INECO Organizaciones.

Así, el cuidar nuestro cuerpo y nuestro tiempo de descanso, el conocer nuestra mente, y manejar el estrés, son algunas de las variables que contribuyen al bienestar de las personas que trabajan en una organización.

“El bienestar se cultiva y se construye. El mismo afecta no solo la calidad de vida de los trabajadores sino su rendimiento y su productividad. Aquellas personas que pongan el foco en potenciar su bienestar estarán más preparadas para enfrentar un futuro cada vez más cambiante e incierto y salir fortalecidas de cada desafío y situación que se les presente”, afirma Roca.

Aquí un a serie de ejercicios para potenciar nuestro labor y bienestar en el ámbito de trabajo. El ítem de esta semana es: Cuidá tu cuerpo y tu tiempo de descanso

La ciencia ya ha demostrado ampliamente que existe una relación estrecha entre el bienestar del cuerpo y de la mente. Así, es fundamental que cuides tu salud general, mantengas una alimentación saludable, que hagas ejercicio físico y que respetes tus horas de descanso.

Referencia

Dentro de una organización empresarial, la gestión y el liderazgo de equipos parece una tarea sencilla pero que mal gestionada seguramente acabe dando problemas.

Por eso es preciso que aquellas personas encargadas de la toma de decisiones sepa cómo dirigir a un grupo de personas. Estas personas dentro de una organización son conocidas como líderes o personas.

¿Cuáles son las cualidades de un buen líder?

Mucha gente considera que un líder es lo mismo que un jefe, pero la verdad que no es así y no debe serlo.

El estilo de liderazgo de equipos es muy distinto si eres líder o si eres un jefe, por lo que es muy importante saber cómo diferenciarlos, al igual que conocer cuales son sus características y sus formas de actuación.

 

Sin profundizar mucho sobre el tema, lo explicamos mejor en este post sobre la diferencia entre líder y jefeun líder es aquella persona cuya visión del liderazgo de equipos de basa en un tipo de liderazgo participativo, con unos objetivos comunes y que mantiene a su equipo motivado.

Este es el tipo de directivo que tienes que mantener y retener en tu organización, ya que sabrá sacar lo mejor de los miembros de su equipo para la consecución de los objetivos fijados.

Capacidades para el liderazgo de equipos

Todo líder tiene que desarrollar y adquirir una serie de capacidades que le permitan dirigir un equipo de trabajo.

En algunos casos estas capacidades pueden estar presentes en la propia persona y otras veces no, pero por suerte con mucho trabajo y una buena formación son habilidades que se pueden desarrollar.

No sólo debes saber gestionar un equipo de trabajo, sino que a nivel operativo debe conocer el funcionamiento de la empresa, cuales son los objetivos, tener una planificación acertada y dentro de los tiempos y saber disponer de los recursos de manera eficiente.

Las principales capacidades que un líder debe desarrollar son las siguientes:

Planificación Estratégica

Esta habilidad permite al líder poder plantear una estrategia en función del estado actual de la empresa, de los objetivos que deba cumplir y de los recursos de los que disponga.

Para que dicha planificación salga adelante muchas de las veces deberá salirse del marco establecido (estrictamente hablando), ser creativo y hacer caso a su intuición, eso sí, sin perder de vista el foco de la estrategia.

Tener una buena planificación facilitará la gestión y el liderazgo del equipo.

Ser Resiliente

Esta es una de las capacidades para el liderazgo de equipos que debe desarrollar un líder.

La resiliencia es la capacidad que tiene, en este caso el líder, para poder adaptarse a los cambios, imprevistos de última hora y problemas que puedan surgir a lo largo del proyecto para poder replantear la estrategia y tomar decisiones en consecuencia.

Esta cualidad es indispensable para poder que los proyectos salgan adelante independientemente de las dificultades que pueda entrañar.

Capacidad para solucionar problemas

Este punto va muy en relación con el anterior. Un líder tiene que poseer una gran capacidad para solucionar problemas que puedan surgir de una manera eficaz y eficiente.

Para ello claro está deberá apoyarse en los miembros de su equipo y buscar entre todos la solución óptima.

Delegar

Delegar puede ser la habilidad de liderazgo que más pueda costar de realizar a un líder. ¿Por qué?, porque implica que debe dar la responsabilidad de una parte del proyecto o de una tarea a otra persona de su equipo.

Esto que a priori puede no tener mucho sentido, lo tiene. Si el estilo del liderazgo de equipos del líder es bueno, éste se habrá dado cuenta de las habilidades que tienen cada uno de los miembros del equipo, en qué son buenos y que flaquean.

Por esta razón un buen líder no tiene problemas en delegar una tarea a aquella persona o personas de su equipo que pueden cumplir una tarea de una manera más eficiente que él.

Inteligencia Emocional

Un concepto que está muy presente hoy en día. Un líder necesita tener una gran inteligencia emocional para poder liderar un equipo.

Como líder deberás tener empatía con tu equipo para saber cómo se siente la otra persona y ejercer tu discurso en consecuencia.

Por otro lado también tendrás que motivar e inspirar a tu equipo de trabajo ya que de esta manera conseguirás mejorar el rendimiento de tu equipo.

Liderazgo democrático

Liderar un equipo no se trata de una dictadura, aunque el líder sea quien tome la decisión en última instancia, ser capaz de exponer la situación a tus compañeros y pedir consejo o puntos de vista puede ser muy beneficioso para el equipo y para la organización.

Gran habilidad comunicativa

Todas las capacidades mencionadas con anterioridad no sirven de nada si no puedes expresarte de la manera correcta.

Ten claro los conceptos, ser conciso en las explicaciones y no te vayas por los cerros de úbeda.

Por último pero no menos importante, la escucha activa, tan importante es saber comunicar como escuchar. Presta atención en lo que te dicen y podrás obrar en consecuencia con la información que te han transmitido.

Desarrolla tus habilidades de liderazgo de equipos

Para poder desarrollar todas estas capacidades tendrás que leer, experimentar pero sobre todo formarte. Conviértete en la mejor versión de ti y en un líder con el que trabajar.

Nosotros te podemos ayudar, nuestro master en liderazgo te enseñará todo lo que necesitas saber y te dará las herramientas necesarias para hacerte crecer como líder de equipos, eso sí tendrás que poner de parte para poder conseguirlo.

La enseñanza se ha transformado a través de los años; esto motivó la investigación de nuevos modelos de educación comprendiendo la complejidad del cerebro y la particularidad de los individuos. Hoy por hoy, existen distintos estilos de aprendizaje en la educación virtual, tanto como en la presencialidad, para formar a los futuros y actuales profesionales.

Cada día, de la mano de la transformación e innovación digital, la tecnología se convierte en un importante aliado, así como el hecho de hondar y conocer a los estudiantes, sus capacidades y habilidades cognitivas para sacar el mayor provecho.

La educación virtual ha revolucionado nuestra cotidianidad a tal punto que actualmente existen modelos de aprendizaje que brindan la posibilidad de clasificar a los estudiantes según su proceso de aprendizaje, las nuevas necesidades y teniendo en cuenta la transformación de sus hábitos de consumo y relación con el mundo exterior.

Actualmente, las instituciones de educación superior de alta calidad afrontan nuevos retos y uno de ellos es la adaptación a ritmos variables de la virtualidad en tiempos de pandemia. Por tal motivo, es imprescindible contemplar el estilo de aprendizaje y las metodologías que utilizan las universidades, ya que esto data de una enseñanza actualizada y adaptada a circunstancias y necesidades.

¿Qué es el estilo en el aprendizaje?

¿Sabías que para alcanzan un aprendizaje efectivo y significativo es necesario que reconozcas cuál es el estilo que más te favorece? De esto parte conocer cuáles son tus factores cognitivos, afectivos y psicológicos que influyen. Con el tiempo, sabrás que esto no solo sirve para identificar universidades que te brindan diferentes posibilidades, también será de gran ayuda para tus métodos de estudio.

El estilo de aprendizaje es la forma en la que tu mente percibe y procesa la información. Radica en la manera en que identificas y aplicas metodologías y sentidos que facilitan la enseñanza y retención del conocimiento. En ese sentido, existen dos tipos de clasificaciones principalmente:

Te podría interesarUniversidad San Marcos regresa a las clases presenciales con innovador modelo de enseñanza 

Modelos de aprendizaje sensorial

Visual: Este modelo es mucho más común en los estudiantes y consiste en proporcionar recursos visuales, como videos, imágenes, diapositivas, lecturas, mapas mentales, entre otros, en vez de que sea algo netamente auditivo. Son alumnos que toman apuntes gráficos y obtienen mejores resultados en los exámenes escritos.

Auditivo: Son personas que retienen la información escuchando, conversando, debatiendo, dando puntos de vista. Generalmente disfrutan el trabajo en equipo y se desenvuelven mejor en los exámenes orales.

Kinestésico: Por el contrario, estos alumnos se caracterizan por aprender mejor a través de las sensaciones, movimientos o estímulos a partir del tacto o actividades que los mantengan activos.

Estilo de aprendizaje según Kolb

David A. Kolb, teórico de la educación, quien baso sus conceptos en un aprendizaje social, desarrollo profesional, la genética y experiencial, donde definió interesantes perfiles para enfocar así los procesos en el aula:

  • Divergente o reflexivo. La reflexión hace parte constante en sus vidas, suelen aprovechar las emociones como método de aprendizaje, buscan retroalimentación, para ellos es importante hacer parte de foros o debates para procesar el conocimiento.

  • Asimilador o teórico. Son estudiantes que no son muy dados a socializar, prefieren estudiar de forma individual y teórica. Se apoyan de textos escritos, disfrutan la lectura, las conferencias y los informes.

  • Acomodador o pragmático. Estos son los perfiles autodidactas por excelente, no temen al error, se arriesgan y hacen uso de su intuición, se apasionan por el trabajo en equipo. Su mayor característica no es la reflexión, pero aprenden fácil y son perseverantes.

  • Convergente o activo. Son perfiles que buscan la experimentación, se interesan por las herramientas tecnológicas y los beneficios que estas pueden brindar, son prácticos, buscan soluciones rápidas a todo.

Importancia del estilo de aprendizaje en la educación virtual

¡Todos aprendemos de manera distinta y a ritmos variables! Es tan importante tener en cuenta este factor que cada día es más relevante asegurarse de que la universidad donde vayas a estudiar contemple una educación mixta, con diferentes estilos de aprendizaje, que brinde diversas herramientas para la educación.

En U San Marcos, constantemente se proporcionan diferentes metodologías durante las clases en línea y las presenciales considerando las necesidades de aprendizaje de cada estudiante, sobre todo para mantenerlos conectados con el conocimiento y que mantengan la motivación durante su carrera.

Desde siempre se ha reconocido que el éxito académico depende del triángulo estudiante, escuela y familia. La manera en que la institución convoca y escucha a los padres es crucial para el desarrollo educativo de los chicos

Desde siempre se ha reconocido que el éxito académico de nuestros alumnos está basado en el triángulo: alumno, escuela y familia. Los estudios demuestran que, cuando la familia y la escuela trabajan en conjunto, los alumnos tienen mejor rendimiento académico y también les va mejor en sus vidas adultas.

Sin embargo, y aunque el acompañamiento de las familias es clave para que los alumnos puedan desarrollar su máximo potencial, construir ese vínculo no es una tarea sencilla. Cuando la escuela es inabordable y a los padres les cuesta acercarse, utilizarán cualquier medio disponible para expresarse: desde una nota en el cuaderno de comunicados, el famoso grupo de whatsapp, o el dimes y diretes en la entrada del establecimiento. Es decir, lo que no les permitimos decirnos en la cara, lo harán a nuestras espaldas.

¿Qué puede esperar la escuela de las familias? ¿Y las familias de la escuela? Por lo general, desde la escuela se convoca a las familias casi exclusivamente para abordar alguna inquietud de la institución en relación con el desempeño (aptitudinal o actitudinal) de los alumnos; o para invitarlos a ferias, concerts, muestras, actos y otras “demostraciones”

Es necesario alentar otro tipo de encuentros con las familias. ¿Por qué, por lo general, se contacta a la familia solamente cuando se trata de abordar un problema y no para conversar, por ejemplo, sobre los logros de los chicos, o algún otro motivo de orgullo? ¿Qué pasaría si, en lugar de acercarse a la escuela solo cuando se trata de las notas, los padres se acercaran a la escuela para conocer el desempeño de sus hijos en otros aspectos de la vida institucional, como por ejemplo, si están bien integrados, si los extrañan cuando faltan, si suelen ayudar a sus docentes o a sus compañeros, si reciben ayuda, si juegan felices en los recreos, si participan activamente de las propuestas que se les hacen?

Es tan importante para los padres estar al tanto de la trayectoria académica de sus hijos como de saber si ellos se sienten queridos, aceptados e integrados. Es necesario preguntarse, entonces, cómo es posible alentar este tipo de acercamientos. En los boletines o libretas de calificaciones deberían tener peso tanto las cuestiones cognitivas como las relacionadas con las actitudes y potencialidades e incluir sugerencias o cursos de acción para mejorar estos aspectos. ¿Cómo es posible que el mejor alumno sea elegido solo por sus calificaciones?

¿Podría un alumno ser considerado el mejor por sacar 10 en todas las asignaturas si no es solidario o acosa física o verbalmente a algún compañero? Los logros en base al esfuerzo, la perseverancia, la participación en clase, la solidaridad, la empatía y otras habilidades socioemocionales deberían ser tan importantes como los contenidos del currículo. Sin embargo, nuestro sistema educativo sigue poniendo el foco en la nota antes que en este tipo de habilidades.

Cuando un alumno llega al aula, se sienta atrás, no se saca los auriculares y se muestra apático o desafiante, ¿a quién hacemos responsable? ¿Al alumno, al docente, a su familia?

Cuando hablamos de familias involucradas nos referimos a cualquier actividad que realiza un padre, madre o tutor para ayudar a sus hijos a aprender y a transitar la etapa escolar con éxito. Esto incluye motivar, inspirar o ayudar a los chicos a avanzar a través del desarrollo de habilidades, como el manejo del tiempo, el aprender a priorizar, a planificar, a hacerse responsable, a mostrar compromiso, entre otras.

Si un alumno escucha desde siempre que “no sirve para nada”, que “es tan malo para las matemáticas como lo fue su padre”, ¿cuánto trabajo debe enfrentar la escuela para revertir esas creencias? ¿Y qué pasa cuando la escuela ni siquiera es consciente del ambiente tóxico de donde proviene un niño? La institución debe enseñarles a los alumnos, pero a las familias también. Es imperioso que se generen talleres para padres, en los cuales se comparta información relevante sobre educación y crianza, que se los consulte para tomar las mejores decisiones sobre sus hijos.

Algunas familias preferirán compartir tiempo en casa con sus hijos, ayudando o guiando con las tareas, leyendo o visitando museos, mientras otras tendrán un rol más activo en la escuela formando parte de alguna comisión o proyecto. Sea cuál sea el caso, cuando las familias trabajan junto con la escuela, los alumnos reciben apoyo y más y mejores recursos para alcanzar sus objetivos. Pero para que sea fructífera, esa colaboración entre escuela y familia debe ser genuina, responsable y sostenida en el tiempo.

Tu escuela, ¿es amigable para las familias? ¿En caso afirmativo, en qué te basás para sostener esta afirmación?

Algunas ideas para involucrar a las familias:

1. Comunicación, comunicación, comunicación. ¿Cómo están trabajando en tu escuela con las redes sociales y los medios de comunicación? ¿Los utilizan para informar, inspirar, involucrar, mostrar resultados? ¿Están captando a las diferentes generaciones de padres llegando a ellos a través de diferentes medios como Lives en Instagram, Instagram stories, Facebook, Twitter, LinkedIn, mails, blogs, gacetillas, o cualquier otro recurso que tienda un puente entre escuela y familia? Las comunicaciones que se envían a través de las plataformas, cuadernos de comunicaciones o mails, ¿se hacen de manera respetuosa, cálida y cuidadosa?

2. El respeto genera confianza. ¿Están ustedes mostrando su experiencia y profesionalismo a través de talleres para padres, programas más integrales, como Escuela para padres, charlas, artículos en diferentes medios, participación en congresos, entre otros medios?

3. Mejorá tus puntos de contacto con las familias. Las clases abiertas, celebraciones, actos, reuniones de padres y toda oportunidad de encontramos con las familias, brindan la oportunidad de dar una impresión que, a su vez, genera una respuesta. El punto de contacto es el momento en el cual familia y escuela se encuentran. Puede ser un directivo que saluda a una madre o a un padre en la puerta de la escuela, en un acto patrio, o a través de un llamado telefónico. Este punto de encuentro genera un impacto. Por ejemplo, una madre que se encuentra de casualidad con un directivo se llevará una imagen de ese encuentro fortuito y tal vez sea el último encuentro fortuito en mucho tiempo. ¡Tal vez no se vuelve a cruzar a ese directivo en meses! Cada punto de encuentro debe ser memorable, porque inevitablemente genera una impresión, un impacto, una percepción.

4. Ofrece recetas para el éxito. Para que una familia lea el blog de la escuela debe encontrar contenido interesante. Podés ofrecer una sección en tu blog que se llame “Recetas para el éxito” en la cual se compartan ideas para conseguir ciertos logros, destinados a leerse en familia, por ejemplo “Diez consejos para aprobar un examen internacional”, “Diez consejos para diseñar un CV”, “Diez consejos para resolver un problema matemático de manera rápida y divertida”.

5. Escuela para padres. Ningún chico viene con un manual bajo el brazo. Cuando les ofrecemos a las familias información de calidad, el interés en este tipo de charlas crece exponencialmente. (Si lo has intentado y no han sido exitosas, por favor, examina el orador, el tema, el momento, la audiencia a la que estaba dirigido el taller, o el medio de comunicación utilizado para difundir). Algunos temas que se pueden incluir son: cómo estimular el desarrollo emocional de nuestros hijos; cómo incentivar el interés de los chicos, los adolescentes y el abuso de sustancias, entre otros.

6. Compartir recursos. Podemos, desde la biblioteca o cooperadora de la escuela, poner a disposición de las familias juegos de mesa, libros, o links de materiales de interés para desarrollar habilidades. También podemos poner a disposición a algún tutor o tutora para enviar consignas para aquellos alumnos que necesiten más apoyo o quieran profundizar algún tema.

7. Deberes cooperativos. Los deberes deben suscitar interés para que los alumnos quieran hacerlos. Un twist es asignar algunas tareas opcionales para trabajar con los hijos.

8. Llamadas sorpresa. Debemos, como dijimos, acercarnos a las familias para compartir noticias gratas. Muchos padres, cuando ven en sus celulares una llamada del colegio, sienten que se les hunde el corazón. Y con razón: la mayoría de las veces este llamado es para informar acerca de un tema de salud de los chicos (tiene fiebre, le duele el oído), un accidente en la escuela, o problemas de actitud. Podemos reforzar el vínculo sorprendiendo a las familias con un llamado para comentar un logro o algo positivo.

9. Facilitar los encuentros. A algunos padres, madres o tutores de los chicos les cuesta acercarse a las escuelas. Algunos, porque los directivos nos los reciben o generan una distancia, otros porque no lo han desarrollado como hábito o creen que, si hubiese un problema, los llamarían. Independientemente de las razones, abrir canales de comunicación para que los padres puedan conectarse con los docentes, equipos interdisciplinarios y directivos es esencial para lograr el nivel de confianza que buscamos.

10. El día después. Podemos implementar reuniones para discutir un programa complementario que se ajuste a las necesidades académicas o laborales futuras de los chicos. Este programa puede incluir charlas con profesionales, materias electivas, realizar parte del año escolar en alguna escuela en el interior o exterior, o cualquier actividad que relacione a la escuela con el futuro de los alumnos.

Para que una familia quiera involucrarse en la educación de los chicos, debe ser consciente de que su acompañamiento es clave para lograr el éxito académico de sus hijos, y sentir que es bienvenida y que la escuela los invita a participar.

La ciencia ha descubierto que los gansos no son nada gansos. ¿Sabés por qué los gansos vuelan juntos? Vuelan formando una “V” porque cada pájaro al batir sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás de él. Volando en V, todo el grupo aumenta al menos un 70% su capacidad de volar. Aprovechemos, como estas aves, el esfuerzo de cada uno y volemos juntos para llegar más lejos.

Este post es de https://www.infobae.com/educacion/2021/07/28/por-que-la-escuela-debe-involucrar-a-los-padres-en-la-educacion-de-sus-hijos/

Laura Lewin es autora, capacitadora y especialista en educación. Es oradora TEDx y ha escrito numerosos libros, entre los cuales podemos destacar Que Enseñes no Significa que Aprendan (Ed. Bonum) y su más reciente libro, La Nueva Educación, de editorial Santillana (2020). Facebook: @LauraLewinOnline. Instagram: @lauralewinonline

Referencia

Las relaciones interpersonales forman parte intrínseca y esencial de la vida, ya que ninguna persona puede vivir en el absoluto aislamiento sin recibir apoyo y consuelo de sus semejantes. De este modo, la convivencia hace alusión a la coexistencia, el acompañamiento constante, de individuos o grupos humanos compartiendo un espacio determinado, siendo ejemplos de ello los contextos de convivencia escolar y convivencia familiar. Si tienes dudas sobre las estrategias para la sana convivencia, sigue leyendo y te lo ampliaremos.

Durante una interacción pueden surgir diferentes conflictos e inconvenientes que pueden degenerar rápidamente a disputas encarnizadas sin la práctica de las estrategias para la sana convivencia; la convivencia sana se sustenta en fomentar el respeto y tolerancia por las ideas ajenas, hábitos y costumbres, la responsabilidad con el otro y la solidaridad bien sea en el hogar, el aula escolar en cuarentena o en vida normal.

En este artículo haremos un repaso por los métodos diseñados con el fin de promover una convivencia armoniosa y una convivencia pacífica.

Convivencia sana: una sociedad llena de valores 

En la vida en sociedad, en numerosas ocasiones, nos veremos en contextos de convivencia con personas de distintos estratos social, ideología, preferencias, costumbres y hábitos, por lo tanto las estrategias para la sana convivencia, son fundamentos necesarios para asegurar una coexistencia apacible y serena entre todos los individuos. 

Para que exista un terreno fértil para una convivencia sana, deben existir los valores para la tolerancia, la justicia, la paz, la solidaridad y la libertad, entre otros; privando, sobre todo, la empatía en las relaciones con el otro. Al mismo tiempo, existen un conjunto de normas implícitas dentro de la interacción social que garantizan y regulan las buenas relaciones en cualquier ámbito, sea un salón de clases o la sala de un hogar.

Entre esas normas, encontramos:

  • La tolerancia y la paciencia por las distintas formas de pensamiento.
  • Dignificar la condición humana.
  • Asumir los errores propios.
  • Buscar soluciones proactivas.
  • Establecer comunicaciones asertivas.
  • La no discriminación.
  • Vivir con base en el respeto.

De este modo, este conjunto de normas y valores, subyacen y sirven de basamento para las estrategias para la sana convivencia.

¿Te sientes bien? Déjame ayudarte 

Las estrategias para la sana convivencia proponen diferentes técnicas para bajar la tensión, y evitar disputas entre los miembros de una comunidad. En este apartado, hacemos mención de las más importantes:

Diálogo y mediación 

El diálogo es el destinado a mediar y buscar soluciones proactivas, oyendo la participación de cada integrante, sin recriminaciones ni ataques de ningún tipo, es un instrumento para la creación de ambientes serenos y pacíficos. Promover la comunicación entre las partes de un conflicto permite expresar ideas y llegar más pronto a una reconciliación. Es la clave de todas las estrategias para la sana convivencia. De hecho es una estrategia metodológica muy eficaz en el entorno escolar, para solventar discusiones entre compañeros de aula.

Comunicación asertiva 

Debe impregnar cada una de las interacciones sociales como estrategias para la sana convivencia; de este modo, no se busca únicamente la expresión directa y clara de un mensaje, sino también considerar los elementos emocionales implicados. Trata de no distorsionar ni tergiversar la comunicación, y agrega un componente emocional a la compresión.

Corresponsabilidad 

Busca despertar la conciencia de los participantes de un conflicto a aportar soluciones afectivas, en las estrategias para la sana convivencia. No se trata de enfocarse en la responsabilidad del otro desatendiendo la propia, sino de entablar una comunicación con la finalidad de alcanzar una solución conjunta.

Habilidades sociales 

Son el conjunto de tácticas de conducta, propias de las estrategias para la sana convivencia destinadas a entablar relaciones con los demás, teniendo en cuenta el contexto de desarrollo de dicha interacción social y a la otra persona. Es decir, son recursos empleados a solventar situaciones cotidianas, como iniciar una conversación, saber dirigir una discusión, integrarse en un grupo nuevo, etc.

Decálogo para la convivencia amónica

Este decálogo te trae consejos sobre las estrategias para la sana convivencia, y logres así mejorar esta relación con un familiar, un compañero de trabajo, un amigo, entre otros.

1. Comunicarte de forma adecuada

En las familias cuando existen problemas de comunicación surgen muchos conflictos. La poca claridad, la poca escucha, la falta de atención, pueden producir que un miembro de la familia, escuela o trabajo se sienta afectada o poco incluida. Si, por el contrario, conseguimos una buena comunicación fundamentada en la empatía, todos los miembros de la comunidad se sentirán cómodos para expresar lo que sienten y lo que no les gusta.

2. Expresa tus emociones

Cuando somos capaces de expresar en nuestra familia o escuela aquello que sentimos, hay más posibilidades de que el otro nos entienda y apoye. Es decir, hay empatía entre las partes, y lo importante es crear un ambiente de confianza, sin mentir, ni ocultar.

No juzgues o etiquetes

Cada persona tiene sus propias circunstancias y sus motivos por los cuales hace las cosas, por eso, dentro de las estrategias para la sana convivencia lo mejor es no juzgar y tratar de entender siempre las razones que le han llevado a actuar de determinada manera a ese individuo en el trabajo, escuela u hogar.

4. Evita las comparaciones

Cada uno de nosotros somos diferentes, con lo bueno o con lo malo; cada uno de nosotros tiene distintas cosas que se nos dan mejor o peor, y por  eso hablar de las comparaciones en las estrategias para la sana convivencia solo tienden a generar inseguridad o malestar.

5. Usa el sentido del humor

El humor y las bromas promueven siempre un clima positivo, donde predomina la comodidad y la tranquilidad. Solo debes tener cuidado en no caer en el acoso o bullying psicológico que puede afectar a cualquiera de los miembros de la comunidad.

6. Muestra cariño

Es importante que dentro de las estrategias para la sana convivencia el cariño se tome en cuenta y exprese en la familia, trabajo o escuela. Para ello, es necesario acompañar con gestos (abrazos, besos, etc.), aquello que deseamos expresar, para que sientan más seguridad, apoyo y cariño.

7. Respeta el espacio de cada uno

Cada persona necesita sentir que tienen su espacio propio, por eso, evita invadir el espacio personal de cada uno, dándole intimidad y respetando los límites.

8. Dedica tiempo unos a otros

De la misma manera que se necesita tener intimidad en casa, es necesario tener instantes en los que poder compartir inquietudes, ocio, u otros planes que unan a los miembros de la escuela, trabajo o familia.

9. Celebra los logros de los miembros

Reconoce y apoya cuando alguien de tu comunidad ha hecho algo bien o especial, es lo más maravillo que existe. Además, el motivarse unos a otros, hace que entre todos consigan las metas propuestas.

10. Distribuye equitativamente las tareas del hogar

Lo más sano es que todos se unan para llevar a cabo las tareas de manera justa y responsable. Suele pasar que se carga uno de todo, y finalmente termina explotado por la cantidad de trabajo. Lo conveniente es establecer rutinas en las tareas teniendo en cuenta la edad y el tiempo del que dispone cada uno.

Una casa para la formación 

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